Inundación
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En casos como el de esta fotografía, en las que no sabemos muy bien por qué estos protagonistas se encontraron ante esta comprometida situación, y mucho menos qué les motivó el captarla, sí que podemos atisbar muchos detalles sobre la persona que encuadró la imagen.
Del fotógrafo podríamos afirmar que se trataba de un aficionado. Alguien con dotes amateur de fotografía que contaba con una pequeña cámara de baja definición. Esto nos lo demuestra la baja definición y ligero desenfoque que tiene la fotografía que, al digitalizarla e intentar ampliar su tamaño, se acrecienta el defecto de foco junto a los arañazos, manchas y deterioros por el paso del tiempo sobre un papel de baja calidad. Eso sí, al ampliar imágenes como esta a gran tamaño, podemos descubrir algo imperceptible en las dimensiones originales: el llanto del niño que aparece en ella.
Al final, gracias a la tecnología podemos corregir el deterioro físico pero, por mucho que insistamos, el mal enfoque captado en el momento es irreparable.
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